Por Fausto Triana
Madrid, 7 ago (Prensa Latina) Aunque tal vez el protagonismo actual sea poco agradable, el argentino Lionel Messi tiene el fútbol a sus pies, literalmente.
Todo por un contrato fallido, el famoso fair play financiero y la danza de los millones (de euros) dando vueltas, mientras transcurren las horas de Messi.
Le Parisien y L´Equipe, dos medios franceses muy importantes, aseguran que este fin de semana se sabrá si la Pulga tiene color PSG y será visto cerca de la Torre Eiffel próximamente.
Sin embargo, nada definitivo está dicho en tanto el propio jugador o sus colaboradores más cercanos, entre ellos su padre Jorge Messi, mantengan la boca cerrada.
Después de lo expresado ayer por el presidente del Barcelona FC, Joan Laporta, el astro argentino debería estar empacando, pero será el 31 de agosto el cierre de los fichajes del fútbol.
Las explicaciones de Laporta en rueda de prensa fueron categóricas:
«No queremos poner más en riesgo la institución (…) estoy triste, pero creo que hemos hecho lo mejor para los intereses del Barcelona (…) ha llegado un momento en el que en una negociación te tienes que plantar, tienes que dejar las emociones fuera».
Por añadidura, una precisión demoledora: «tenemos una institución que está por encima de todo, de jugadores y directivos, hasta del mejor jugador del mundo (…) sólo se podía inscribir a Messi a cambio de hipotecar medio siglo los derechos audiovisuales».
Todo el tiempo se ha hablado mayormente de dinero y de vez en cuando, algún que otro atisbo de humanidad. Que el argentino está en shock, su deseo de quedarse en el club al cual llegó con 13 años de edad y hasta el gesto de rebajarse el salario.
A insistentes dudas planteadas por periodistas acerca de la salida inminente del Barcelona, Laporta subrayó que proyectar hipótesis de reconducir el caso y resolverlo satisfactoriamente es irreal.
Una Liga resentida, que antes no pudo retener al brasileño Neymar, al portugués Cristiano Ronaldo y más recientemente al laureado defensa Sergio Ramos, recibiría un golpe demoledor con la partida de Messi.
Empero, pasan las horas, y París, que este domingo se viste de gala para recibir el batón de relevo de los próximos Juegos Olímpicos de Verano, igualmente sigue pendiente de las horas de Lionel Messi.